En Universidad de Ulm (Alemania), la Dra C. Friesen está trabajando en el uso de la metadona con fines terapéuticos en oncología. Hasta ahora la metadona, un conocido opioide y muy usado como tratamiento en las adicciones a ciertas drogas, es usado en oncología como tratamiento para el dolor. Sin embargo, desde hace unos años, la Dra. Friesen comprobó que la metadona también tenía una actividad contra ciertas células de leucemia y contra células de tumores sólidos.

Este grupo de investigación puede demostrar que, las células tumorales se comportan de manera diferente cuando la metadona está presente y permite una mayor eficacia de la quimioterapia (QT). La razón para ello está en el hecho de que las células cancerosas tienen en la superficie de la membrana una gran cantidad de receptores opioides. Estos receptores se activa con la metadona y generan con ello una afinidad especial de estas células por la QT. La consecuencia de esto es importantísima puesto que, bajo estas condiciones, la célula incorpora más cantidad de QT en su interior y así el tratamiento, que con frecuencia tiene el problema de no llegar en concentración suficiente al interior de las células de los tumores y poder destruir así a las células aberrantes, penetra en las mismas con mayor intensidad y selectivamente. Las células sanas no se afectan por este efecto, al no disponer de la misma cantidad de receptores de opioides y por ello los efectos secundarios no se incrementan o incluso podrían disminuir, puesto que la QT se distribuye mejor hacia las células enfermas. Pero el efecto de la metadona no acaba aquí; una vez que la QT ha penetrado en el interior de la célula, se produce una nueva alteración en el interior de la célula y la QT tiene mayores dificultades en ser bombeada, por el tumor, al exterior y por ello permanece en la célula tumoral en mayor concentración y más tiempo. Mayores concentraciones y más tiempo de acción en el interior del tumor, son dos condiciones esenciales para lograr mayor eficacia por parte de la QT y por ello, la combinación de la metadona y la QT parece que puede ser una asociación muy útil durante los tratamientos de QT e incluso lograr que una QT, que no es efectiva, pase a serlo.  De igual manera se ha podido comprobar, que el uso de antagonistas de los opioides empeora la eficacia de la QT.