La Hidroterapia de colon (HC)

La HC representa una forma de tratamiento de los más antiguos puesto que ya lo empleaban los egipcios 5.000 a.C. De igual forma, en los baños termales de la Edad Media, representación simbólica de la limpieza del alma, las lavativas eran parte fundamental de dichos procedimientos. Ya en nuestra época, esta forma de tratamiento ha sido parte esencial de las medicinas “caseras” hasta hace relativamente muy pocos años. La llegada de los antibióticos y la potente influencia de la industria farmacéutica, que nos quiere hacer pensar que con medicamentos se cura todo, han hecho que esta forma terapéutica haya caído en un cierto olvido. Curiosamente, sociedades como la de los EEUU, mantienen dicha forma de tratamiento de manera muy activa. La idea de tomar algo cuando estamos mal, nos está haciendo mucho daño; con frecuencia, antes de tomar algo deberíamos sacar. Pero algo no debe olvidarse nunca: Si queremos que el cuerpo funcione bien, la función intestina tiene, por obligación, que estar bien. El denominado MICROBIOMA y todas sus innumerables funciones, es demasiado importante como para pensar que el intestino puede estar mal, sin que ello tenga consecuencias para nuestra salud. Dicho de otra manera: ¡quien está saludable tiene un intestino sano!

¿Cómo se realiza?

Tumbado el paciente cómodamente en una camilla, se le introduce cuidadosamente en el ano una cánula desechable, unida a un tubo flexible el cual, a su vez, va hasta el aparato de HC. A través de dicho tubo y con una ligera presión, vamos introduciendo en el intestino grueso (IG) agua, previamente bien filtrada y calentada. Durante esta fase el terapeuta va haciendo un masaje en el intestino que favorece la progresión del agua en el mismo. Esta agua va disolviendo y despegando restos de heces así como gran cantidad de células muertas de descamación.

Todo este contenido se evacua a través del aparato y el material así eliminado, es controlado por parte del terapeuta. El agua que se introduce tiene diferentes temperaturas: a 41ºC se logra una relajación de la musculatura, permitiendo que pasajes del IG que ofrecen resistencia al paso, vuelvan a hacerse permeables. Una temperatura de unos 22ºC provoca primeramente una contracción de toda la musculatura intestinal para producir inmediatamente después una mejora de la circulación sanguínea.

Gracias a estas diferencias de temperatura, al masaje que se realiza al mismo tiempo y al efecto de llenado con el agua, el intestino logra recuperar la fuerza contractiva del movimiento peristáltico, que temporalmente podía estar disminuida. Imágenes radiográficas muestran estos efectos sin ningún tipo de dudas: limpieza y mejora peristáltica.

¿Cuál es la diferencia entre el HC y las lavativas?

Con las lavativas, excelente método terapéutico, las cantidades de líquido suelen oscilar entre 1 y 2 litros de agua. Con este volumen alcanzamos sólo la última parte del IG y se reparte de manera poco regular en el mismo. Su acción por ello, no suele pasar de ser sólo sobre restos fecales ya muy cercanos a ser expulsados. En la fase de eliminación pueden producirse molestias por la rápida liberación de esa cantidad de líquido.

La HC, gracias a la presión y volumen irrigado, logra una humidificación real del IG hasta la válvula ileocecal, comienzo del intestino delgado. Como el tratamiento se realiza en un circuito cerrado, se controla la velocidad de llenado y vaciado evitando, de esta manera, cualquier posible contractura abdominal molesta. La terapia, por dichas características, tampoco produce ningún olor. La cantidad de líquido que se emplea es de unos 25 l., lo que permite llegar a todo el IG para lograr los efectos buscados. Cada terapia dura entre 45 – 60 minutos y en casos muy extremos la frecuencia de terapias puede ser de 2 a la semana durante unas 3 semanas. En la prensa han aparecido noticias sobre posibles riesgos de dicha terapia. En los cientos de años de historia de dicho procedimiento terapéutico, no se conocen problemas por causa del mismo y menos, cuando el profesional que lo realiza está debidamente cualificado.

¿Para quién está indicada esta terapia?

En principio se trata de un procedimiento dirigido a limpiar el intestino. Por ello, cualquier persona con tendencia al estreñimiento o previamente a exploraciones intestinales o intervenciones. Se trata de terapia fundamental en los tratamientos de limpieza hepática.

Los procesos en los que está indicada dicha terapia son:

  • Estreñimiento
  • Flatulencias
  • Diarreas
  • Atonía de colon
  • Parálisis intestinal aguda
  • Infecciones por parásitos
  • Colitis Ulcerativa
  • Diverticulitis
  • Enfermedad de Crohn
  • Paliativo en enfermedades tumorales
  • Alergias (Dermatosis, asma, atopias cutáneas, etc.)
  • Hipo e hipertermia

Las contraindicaciones se limitan a los momentos en los que hay un proceso agudo en el intestino. Pero incluso, en estas ocasiones, el uso concomitante de otras técnicas, como pueda ser la insuflación rectal de ozono por vía rectal o uso de agua ozonificada, puede ser una eficaz medida terapéutica, bajo la supervisión médica, en procesos agudos.