LA HIPERTERMIA EN ONCOLOGíA

HIPERTERMIA SISTEMICA (HTs)

La característica más frecuente en las historias clínicas, de los pacientes oncológicos, es la carencia de fiebre. No recuerdan haber tenido fiebre y si tienen, no es nada más que una febrícula. Esto es importante puesto que posiblemente la naturaleza permitió que fuera la fiebre, “programa inmunológico especial” uno de los sistemas más efectivos al activar el Sistema Inmune y alterar las condiciones intra y extratumorales,  que por el calor,  harán “visibles” y sensibles a las células del cáncer y así tenga nuestro Sistema Inmune (SI) la opción de atacarlas. Incluso, se conocen casos de regresiones espontáneas de tumores en los cuales, la fiebre alta se presentó, antes de la curación. Esta acción de desbloqueo de los procesos curativos no es exclusiva para el cáncer. Hay otras patologías, incluyendo las depresiones, en donde se ha valorado o se está haciendo el beneficio de la “fiebre artificial” o HTs

El Dr. Santos Martín presentó en el año 2010 en el Congreso anual de la Deutsche Gesellschaft für Hyperthermie e.V (DGHT-EV) un trabajo y datos sobre una nueva metódica en la realización de las HTs en hipoglucemia. Diversos centros de Europa están trabajando con este concepto para validar dicho sistema. Esta técnica es una continuación de la alimentación cetogénica. Un año más tarde presentó en el Congreso Internacional de Baden Baden (Alemania) una función matemática que debería permitir valorar la eficacia oncolítica de la HTs. También está esperando la valoración de otros centros Europeos.

¿Qué hace la HTs?

Influye sobre los procesos de regulación de todo el organismo y no sobre los síntomas.

Estimula los procesos regenerativos y reparadores de las células y del estroma, particularmente en tejidos braditróficos.

Estimula múltiples procesos inmunes, en especial los linfocitos, desplazándolos al lugar de las inflamaciones y procesos tumorales.

Favorece la llegada de sangre a todo el organismo y con ello de los medicamentos que aplicamos logrando incrementar la eficacia de estos, bien sean antibióticos o quimioterapia.

Relaja en profundidad planos musculares muy profundos.

Posiblemente actúa sobre liberación y regulación de hormonas.

Es un proceso racional en su realización y controlable.

¿Cómo se hace la HTs?

El paciente, tumbado en una camilla especial, recibe la radiación de infrarrojos durante un tiempo. Dicha radiación provoca un incremento de la temperatura, que se controla por medio de sondas. La función cardíaca, tensión arterial, oxipulsimetría se monitorizan permanentemente por enfermeras especializadas y siempre con la supervisión de un médico. Como se precisa administrar líquidos, al paciente se le coloca una vía venosa. El tratamiento dura unas 4 – 5 horas. Después de una sesión se puede viajar conduciendo, uno mismo o en avión, sin problemas. Se suele notar luego un lógico cansancio, pero pasadas unas horas hay mejora en el estado general y suelen disminuir los dolores y el apetito.

¿Se puede asociar a otras terapias la HTs?

En oncología, la HTs no debe considerarse de manera aislada. Es cierto que en nuestro centro hemos podido ver regresiones tumorales espectaculares sólo con HTs y dieta cetogénica, pero esto es la excepción.

La HTs es un complemento ideal para acompañar a otros tratamientos oncológicos, como la: Quimioterapia o radioterapia. El efecto beneficio de esta asociación se conoce y ahora se pretende discriminar mejor cuando debe realizarse, en qué tipo de tumores y con qué esquemas de citostáticos se obtienen los mejores efectos.

La asociación de la HTs a la QTm y a otros tratamientos inmunomoduladores así como su efecto sobre la inflamación crónica, supone teóricamente una ventaja de esta sinergia ya que se obtiene una mayor eficacia al combinar medios químicos y físicos así como al modificar, por la fiebre, el escenario del organismo. La dieta cetogénica será, a su vez, una gran ayuda en los efectos térmicos / metabólicos contra los tumores.

¿En qué otras patologías es útil la HTs)

Se puede decir en general, que en todas aquellas de evolución crónica, la HTs puede ser de ayuda. Las mejor estudiadas, aparte de las oncológicas, son:

  • Procesos reumáticos: Fibromialgia, fatiga crónica, reumatismo etc.
  • Procesos bronquiales crónicos: Asma, bronquitis crónica,
  • Urogenitales: Prostatitis crónica
  • Degenerativos: Artrosis
  • Intestinales: Morbus Crohn, Colitis Ulcerosa.
  • Dermatológicos: Psoriasis y neurodermitis
  • Psiquiátricos: Depresiones endógenas.